¿Existe una "Explosión demográfica?

Para entender el término de “Explosión demográfica” que hoy en día se ha utilizado como argumento para crear nuevas políticas con las que se pueda tener un mayor control en la población, es necesario aclarar algunos términos:

La demografía considera principalmente tres hechos: los nacimientos, las defunciones y las migraciones.

Otro término que se utiliza para expresar el exceso de población es el de “Superpoblación” el cual no tiene significado absoluto, es totalmente relativo.

Por ejemplo la gente es considerada como <<demasiado numerosa>> cuando no es capaz de resolver los problemas de alimentación, de higiene, etc. Para estas situaciones hay siempre remedios posibles; estas situaciones son evitables.

La superpoblación es el desequilibrio entre el número de hombres y el volumen de bienes disponibles, al igual que la pobreza, solo que es utilizado como un término peyorativo.

Para justificar el control demográfico, se ha hablado de “explosión demográfica” lo cual se refiere que la población dispone de recursos limitados. Hay que tomar en cuenta en este punto que el volumen de recursos no está predefinido ni es invariable. Los recursos de la humanidad han aumentado con ayuda de las nuevas técnicas que multiplican las posibilidades. Si se analiza el uso de las tecnologías agrícolas en los países desarrollados, se comprueba  que los hombres poseen ya desde ahora la capacidad de producir recursos alimenticios para toda la población mundial.

La pobreza no debe ser definida en términos materiales. Son la razón y la voluntad humana las que trasforman las cosas en recursos. Así pues la pobreza debe ser primero definida en términos humanos: resulta de la incapacidad de ciertos hombres para explotar todo su potencial intelectual y moral con el fin de resolver sus problemas.

 En el terreno alimentario, no se puede seguir dando la prioridad a los problemas de la producción. Los problemas que carecen de solución son en primer lugar los de divulgación de métodos eficaces de producción y los de distribución. Eso significa que dependen de la voluntad del hombre.

 De esta forma se confirma la necesidad y urgencia de la educación generalizada, del reparto del saber y del saber hacer. Esta educación debe comportar la sensibilización a las exigencias de la justicia social y de la solidaridad.

Así mismo, en cuanto a la degradación del ambiente, no es la cantidad de gente la que lo determina, es el sistema de producción y los tipos de actividades económicas. La contaminación de éste se debe a políticas erróneas que deben corregirse con decisiones de los hombres.

El crecimiento de la población se ha dado por diversos factores pero el más importante de dichos factores se trata del aumento de la esperanza promedio de vida; ésta se ha  duplicado en un siglo, en muchos países. El aumento es gracias a una mejor situación sanitaria, producción alimenticia, políticas eficaces, en pocas palabras una mejor calidad de vida. Se ha notado un descenso de los índices de mortalidad infantil y materna en los países.

Esto lo podemos constatar en las tablas de indicadores del reporte sobre población del UNFPA:

	Mortalidad de lactantes, total por mil nacidos vivos	Esperanza de vida al nacer M/F	Índice de mortalidad derivada de la maternidad
África	79	53,8/56,2	820
Asia	39	67,8/71,5	330
Europa	7	71,7/79,6
América Latina	20	70,8/77,2	130
América del Norte	6	77,5/81,9
Oceanía	22	74,6/79,3	430

Las evoluciones demográficas se presentan de diferente manera según los países. En los que están en vías de desarrollo, los índices de fecundidad están a un nivel que permite el reemplazo de generaciones. En cambio en los países desarrollados, el índice se sitúa a un nivel inferior al necesario para asegurar el reemplazo de sus generaciones. Como lo muestra la siguiente tabla.

	Alumbramientos/ 100 mujeres de 15 a 19 años
Total mundial	52
Regiones más desarrolladas	21
Regiones menos desarrolladas	57
Países menos adelantados	103

Otro aspecto son las migraciones, vemos que crece la urbanización en los países en vías de desarrollo, como consecuencia de la emigración rural y de las migraciones internacionales dirigidas a territorios urbanos. Esto sucede porque la gente desea mejores empleos, educación, atención médica y demás.

Con frecuencia se entiende mal la llamada “explosión demográfica” por tres razones: primero, porque las sociedades que disfrutan de las ventajas producidas en la época en que la natalidad era suficiente, se siguen beneficiando de las estructuras por edad favorables de su población activa y esto genera producciones elevadas; y no se han sentido los estragos que producirá la reducción de la natalidad en los campos económicos y sociales. La siguiente tabla nos muestra la cantidad de gente en cada continente.

	Población total (2010)	Población, proyección (millones)(2050)
Total mundial	6.908,7	9.150,0
Regiones más desarrolladas	1.237,2	1.275,2
Regiones menos desarrolladas	5.671,5	7.946,0
Países menos adelantados	854,7	1.672,4

Se tiene que tener en cuenta la relación entre índices de fecundidad e índices de mortalidad, así como también los contrastes demográficos entre continentes, e incluso entre regiones de un mismo país. Existe una gran diversidad de índices de mortalidad, la variedad de fenómenos migratorios, las diferencias de los índices de crecimiento de la población, a continuación se presenta éste último junto con la tasa de fecundidad total.

	Tasa media de crecimiento demográfico 2005-2010 (%)	Tasa de fecundidad total (2010)
África	2,3	4,45
Asia	1,1	2,30
Europa	0,1	1,52
América Latina	1,1	2,17
América del Norte	1,0	2,02
Oceanía	1,3	2,42

Algunos de los países ricos y las grandes organizaciones internacionales están dispuestos a ayudar económicamente a los países en vías de desarrollo, pero con la condición de que acepten programas de control de natalidad. Los países desarrollados que actúan así no han entendido la lógica de las evoluciones demográficas, así como también la baja densidad demográfica de los países en desarrollo y sus recursos abundantes. También ignoran que el desarrollo económico de una nación se da si se invierte en la educación.

De esta forma se confirma la necesidad y urgencia de la educación generalizada, del reparto del saber y del saber hacer. Esta educación debe comportar la sensibilización a las exigencias de la justicia social y de la solidaridad.